21 millones de niños en el mundo son recetados con pastillas llenas de droga por psiquiatras que se lucran con la salud de los niños y el miedo de los padres. Las pastillas se comen el metabolismo y los niños no crecen dejando indefensos a merced de irreversibles efectos secundarios.
Francisco Javier Nicolas, de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos. Javier nos alerta de la sobre medicalización que se está dando en los últimos años de niños y niñas que sufren problemas como hiperactividad o déficit de atención.
El 99% de los niños medicados con sicofarmacos no tienen ninguna enfermedad, los psiquiatras dan sus pastillas como caramelos a la orden de poderosas farmaceuticas.
¿Por qué no pueden predecir los psiquiatras la reacción que experimentan al tomar las pastillas que recetan? Porque ninguno de ellos saben cual es el funcionamiento de los fármacos. A los fármacos psicotrópicos se les está descubriendo toxinas químicas que pueden matar. Los psiquiatras alegan que sus fármacos salvan vidas, pero de acuerdo a sus propios estudios, los fármacos psicotrópicos pueden multiplicar por dos el riesgo de suicidio. Y el uso prolongado de estos ha demostrado que crea una vida entera de perjuicios y daños, un hecho ignorado por los psiquiatras. Al ir desplegando su mortífero y lucrativo juego más y más en la sociedad, los niños se han convertido en las víctimas recientes y trágicas.
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http://ciencia.elcorreo.com/bichos-humanos/2012-02-27/pastillas-portarse-bien-20120227.html
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